Las niñas de mi felicidad I. El colegio

Desde mi más tierna infancia me llevo mejor con los machos que con las hembras, supongo que va con el caracter y debido a ciertos rasgos del mio me es más fácil desarrollar amistades con hombres. Así ha sido siempre para mi, y supongo que lo seguira siendo.
Pero también hay algunas mujercitas muy importantes para mi, y otras que ahora han caído en el olvido han tenido sus grandes momentos:

La primera de mis amigas era un marimacho como yo, era la única de la clase que no jugaba a las peluquerías, de hecho, creo recordar que llevaba una melenita muy corta, rubia natural. Se sorbía los mocos y su madre la obligaba a ponerse faldas para ir a clase. Corría el año 88. Tres años después cambio de colegio, no recuerdo porqué. Me parecio verla por la calle hace un par de años hecha una medio-yonqui. Una pena.

Antes de esta, cuando aún estaba en el parbulario, también me llevaba bien con otra niña, que con los años se desarrolló, primero a marimacho y luego a rara-alternativa. Esto no tiene mucho mérito, porque en mi clase de entonces eramos todo niñas. Me la encontré en el instituto y se había convertido en una de esas "malas" a las que la gente de la clase respeta.

Después de sobreponerme de la perdida de aquella "primera amiga" vino una amistad por compasión. Era una niña bastante presumida y repipi a la que los profesores tenían confinada en una mesa aparte. Nadie le hablaba y ella tampoco se hacia querer, tenía (y tiene) multitud de motes. Era un objetivo fácil para el escarnio de los demás. Y lo sigue siendo. La amistad se rompió poco a poco dado nuestras grandes diferencias y su estúpio convencimiento de tener la razón absoluta. Eso y que es mala con ganas e incapaz de alegrarse por al felicidad de nadie. Mediocre y enterrada en su propia mezquindad. Lacra social. Desagradecida hasta la medula.
En el año 94, junto con las olimpiadas, apareció la que fue una gran amiga y que ahora esta perdida en su mundo. No vino sola, traía una hermana pequeña, que durante unos años fue el significado de la palabra inocente hecho persona. Las dos eran idealistas y buscaban lo que no existía. La gente cambia mucho... La primera sigue siendo inconstante y cambia de parecer como la luna de fase. La segunda siempre informa de alguna novedad cuasi-impensable. Ambas han dejado ya de sorprender con sus rarezas. Estoy preparada para cualquier cosa que venga de estas dos. Sigo manteniendo el contacto, pero no existe ya esa amistad inseparable de nuestra infancia. La distancia hace el olvido, que se dice.
En los años siguientes de colegio hubo muchas más, pero consideró a estas las más significativas y/o las más sinceras.

No me puedo olvidar de mi brujita. También proviene de esos primeros momentos de colegio, en el año 91, si no recuerdo mal, pero no se forjó una verdadera amistad entre nosotras hasta mucho después, hasta hace relativamente poco tiempo; por eso la he dejado para el final. No nos parecemos en nada, no tenemos nada en común, sólo el habernos criado juntas. Eramos un grupo de amigas amplio, pero una a una fueron cayendo las demás y solo quedamos ella y yo, con nuestro akelarre particular. Imperturbable. No digo más, porque esta mujer se merece un post para ella sola.
Para posts venideros dejo: el instituto, la facultad y la escuela.