Lo siento, pero no

Cosas curiosas que tiene el orzán:
Este jueves salí con una amiga y cuando ya nos ibamos un jovenzuelo me grito: me acabo de enamorar (siempre me entran así... me topo con tos los colgaos que se piensan que eso cuela) vino hacia mi, me dio dos besos, se me presento, me pregunto como me llamaba y de donde era, hasta aquí todo normal. Ahora bien, cuando yo le respondí que era de coruña, el tio va y me dice: lo siento, pero no. Yo, en mi línea, me empeza a reir y le dije que si le servía de consuelo, soy de barrio, y le debió servir, porque ya empecé a valerle otra vez. Evidentemente me fuí, para colgaos ya tengo a mis amigos, jeje.
Cosas curiosas que tiene el orzán.