15.4.05

Chúpame la punta y lámeme el tacón

Acabo de leer un post de A. F. Marín (el gran hallazgo del mes) titulado Cock trample, otra de sus confesiones fetichistas. Ya tenía intención de dedicarte este post cuando vi aquel maravilloso relato sobre las bragas de tus ex, pero tu último post me ha obligado a abrir el blogger y escribir.
Recuerdo la primera vez que hoy la expresión: "chupame la punta y lámeme el tacón". Fue hace dos años y pico, al poco de entrar en la escuela de imagen y sonido de Coruña, centro de depravación y desenfreno. Estaba en la calle con bastante gente de la escuela, y mi "amiguito gay" vio a una chica de otro curso con unos zapatos de punta, tacón de aguja bajito, descalzos por detrás y gritó: "nena! chúpamela punta y lámeme el tacón". Entonces yo dije: "pero neno, ya vas chuza?" (traducción coruño-castellano: "oh estimado amigo y compañero, ¿te acompaña ya el ardor etílico?", lincencia poética a parte, claro)
La verdad es que ponerte un calzado así tiene que dar una gran sensación de poder, no me preguntéis por qué, pero la debe dar. Dejando al margen lo incomodos que sean, el mero hecho de ganar unos centimetros de estatura ya te hace ver las cosas desde otra perspectiva (más alta). Además la forma de caminar es como más elegante (si se sabe andar con ellos claro) como felina.
Pero yo no estoy aquí para hablar de tacones, sino para hablar de botas. Porque yo soy esa mujer capaz de salir en fin de año con botas blancas de suela plana. De ese fin de año me quedaron marcadas dos frases:
La que me dijo Antihéroe a primeras horas de la noche: "Eres toda una cowboy"
La que grito una tipa por la calle: "Mira esa si que es lista, que lleva botas"
Pues si, mis botas blancas me gustan, son comodas y calentitas, pero como mis botas negras de cowboy no hay nada. Y aquí es donde empieza el fetichismo... y la sensación de poder... y sin tacón de aguja. Porque no hay nada como unas buenas botas, acompañadas de unas medias (que no antieroticos pantys) para sentir poder. Para vivir la versión femenina de esa mítica escena porno en la que el tio esta de pie con una mano elgantemente en su costado y otra sobre la cabeza de la chica. Esto me recuerda que aunque ya haya terminado la semana del sexo oral debemos tener presente esta sabia frase: "arriba el cunnilingus"
De lo antierótico del panty, hablare en otra ocasión

3 Comments:

Blogger Antihéroe said...

Ejem, ejem señora Carussa lea usted el último post de nuestro amigo Marín y verá como supero a la media española de coito.Le recuerdo que yo pertenezco al club de los 8 minutos.

3:07 p. m.  
Blogger Ruambo said...

yo del de 45, jajajaja

11:19 p. m.  
Blogger Ruambo said...

chúpame la punta y lámeme lo q kieras

3:02 p. m.  

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